30 de octubre de 2013

Necesidad de mejora en la asistencia socio-sanitaria para dependientes

En España hay actualmente 2,5 millones de personas de más de ochenta años; en 30 años  se espera que la cifra alcance los 6,5 millones; además, se calcula que hacia 2050 el 35% de los españoles tendrá más de 65 años. El cambio demográfico es cada vez más notable y también lo son las necesidades que genera y el aumento que éstas experimentarán con el paso del tiempo.

Entre estos datos y conclusiones se desarrolló el encuentro organizado por Cinco Días en colaboración con la Fundación Caser que reunió a expertos en la gestión de la atención sociosanitaria y a responsables políticos.

Los expertos se mostraron convencidos de que una mejor atención a mayores y enfermos crónicos pasa por una mayor coordinación entre servicos sociales y sanidad. El director de la Fundación Caser para la Dependencia, Juan Sitges, recalcó que hay que tener visión de futuro, ya que hará falta tiempo para concienciar a la sociedad y a los profesionales de la necesidad de que sanidad y servicios sociales vayan de la mano.  También hizo referencia a la posible reducción de costes que supondría la puesta en marcha de una atención integral. 

Uno de lospilares sobre los que el Ministerio se apoyará para propiciar el cambio lo constituirá la prevención y la promoción de la salud (estructuras ya existentes como los centros de día tendrán un importante papel en este aspecto). 

También se mencionó la atención en los domicilios, que está bastante extendida entre los servicios sociales, pero no tanto en los sanitarios. El director general del Imserso explicó que reducir el tiempo de hospitalización y combinarlo con los cuidados adecuados en casa del paciente puede repercutir, no solo en la comodidad del dependiente, sino también en forma de ahorro económico. El modelo residencial fue otra de las herramientas que se barajaron durante la reunión para mejorar la atención a los pacientes dependientes y a sus cuidadores.  

El director de la Fundación Caser para la Dependencia propuso algunas soluciones como ofrecer plazas de respiro (para permitir a los cuidadores descansar durante periodos cortos como vacaciones o fines de semana) o las comidas a domicilio.

Puede que los sanitarios, por un lado, y los profesionales sociales, por otro, sean los mejores en sus campos, pero en la inmensa mayoría de los casos adolecen de algo imprescindible: coordinación entre ellos. “En términos generales, la parte sanitaria está menos concienciada que la social”, asegura el director de la Fundación Caser para la Dependencia. “Una de las primeras cosas que hay que hacer es concienciar a los médicos de asistencia primaria de que no están solo para curar, sino que deben informar y orientar a los pacientes sobre dónde acudir para que sean atendidos en sus domicilios, por ejemplo”, añade Sitges.

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