26 de octubre de 2013

¿El último cambio de hora?


cambio hora, nuevo horarioA las 3:00 h de la madrugada del domingo 27 de octubre deberemos poner las 2:00 h. en nuestros relojes. Empiezan de nuevo las eternas discusiones sobre si se adelanta o atrasa una hora, si dormimos una hora más o una hora menos, si es real el ahorro energético, si nos levantamos y es de noche, ...

Este año tiene un nuevo punto de debate ya que el Gobierno ha presentado una propuesta de modificar definitivamente el horario español, atrasándolo una hora de forma permanente. ¿Porqué se cambia la hora en octubre y marzo? ¿Cuál es el objetivo de este ajuste horario? ¿Seguirán atrasándose y adelantándose los relojes en otoño y primavera si finalmente se hace efectiva la idea del Gobierno?

La práctica del cambio de hora (atrasar el reloj una hora en invierno y adelantarlo en verano) se generalizó de forma desigual a partir de 1974, al producirse la primera crisis del petróleo. Como respuesta, algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y así, consumir menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.
Desde 2001, este cambio de hora se aplica con carácter indefinido y quedó establecido que la hora de verano -cuando se adelanta el reloj una hora- comienza el último domingo del mes de marzo y finaliza cuando se retrasa una hora el último domingo de octubre.

AHORRO ENERGÉTICO

La aprobación de esta directiva del cambio de hora está avalada por las conclusiones de un estudio sobre su alcance y efectos, realizado por encargo de la Comisión Europea y presentado al Parlamento en 1999. El estudio concluye que el cambio horario tiene impactos positivos no sólo sobre el ahorro sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.
Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial de ahorro en iluminación en España por el cambio de hora puede llegar a representar un 5 % del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros. De esa cantidad, 90 millones correspondería al potencial de los hogares españoles. No obstante, Industria subraya que, para alcanzar este potencial de ahorro, se deberá llevar a cabo un comportamiento responsable en el hogar a la hora de prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria, así como la utilización de tecnologías de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural en los edificios, entre otras recomendaciones.

INCIDENCIA EN NUESTRO COMPORTAMIENTO

Los primeros días muchos pueden sentir tristeza, cansancio y somnolencia. «Pero el cambio de hora, en sí mismo, no produce depresión, aunque sí que está comprobado que el estado de ánimo guarda relación con la luz solar y el buen tiempo», explica Gemma Prats, psicóloga y picoterapetua del espacio Nútrim.

No hay que extrañarse si, tras el cambio de hora, se tiene sensación de tristeza, apatía, desánimo e incluso alteración en el sueño, irritabilidad o falta de concentración. «Esto suele durar entre dos días a una semana aproximadamente aunque en algunas personas puede alargarse un poco más» señala Prats. 
Para sobrellevar mejor los efectos que en nuestro ánimo puede provocar el cambio de hora y adaptarse a los nuevos horarios, Prats aconseja seguir estas rutinas:

1. Si aparece la sensación de desánimo se puede combatir«cambiando nuestro pensamiento negativo y nuestras creencias sobre la falta de luz y dejar de repetirnos constantemente "ya es de noche"».
2. La clave está en tener una vida activa, en contacto con la naturaleza, desarrollar actividades placenteras y disfrutar del tiempo libre: pasear, correr, ir en bicicleta, etc. «Hacer actividades al aire libre y aprovechar la luz solar está directamente relacionado con la salud física y también con la emocional, por lo tanto, ésta es una recomendación para siempre y no sólo para una época del año determinada.»
3. No hay que variar el horario para ir a dormir y levantarse. Para nuestra felicidad es importante estar conectados con nuestro entorno social, amigos y familia. Por eso no hay que cambiar hábitos horarios.
4. Una siesta bien hecha (de unos 15 minutos) es perfectamente compatible con el hecho de disfrutar de la luz solar.  Cada persona tiene que escuchar a su cuerpo y atender sus emociones. Hay personas que la siesta les sienta muy bien, otras que se levantan de muy mal humor, a veces por la sensación de haber perdido el tiempo, y otras que ni siquiera consiguen hacerla.
5. Los niños, sobre todo los bebés, son los más sensibles al cambio de horario. De hecho, ellos siguen demandando su comida o su sueño independientemente del reloj. Para ayudarles es necesario que este cambio sea más paulatino, y no de un día para otro.




No hay comentarios:

Publicar un comentario